12 consejos infalibles para
fotografiar niños en una sesión.
12 consejos básicos para fotografiar niños.
Luces, encuadre y… ¡sesión de fotografía infantil! No tengas miedo a retratar a esos “locos bajitos”, como diría Serrat. Cuando fotografías niños, ya sea para un trabajo profesional o no, ten en cuenta que ante todo son NIÑOS y todo lo que habías planeado para la sesión puede cambiar como la dirección del viento. La práctica hace maestros y de los casi 21 años que llevo como fotógrafo en distintas ramas, la fotografía infantil es una escuela diaria (nunca mejor dicho).
A continuación te voy a exponer unos consejos que a mí me han funcionado y he ido adquiriendo por horas de vuelo profesional y, también, por mis dos hijos.
1. Busca ideas para tus sesiones de fotos.
Lo primero que hay que hacer, si no sabes cómo plantear una sesión, es coger ideas sobre encuadres, planos, entorno, ya sea en revistas de moda infantil, páginas de fotógrafos… y llevarlos a tu terreno. Vía online tienes infinidad de recursos, vamos para que a la inspiración no le cueste llamar a tu puerta. Si eres de esas personas que la inspiración te visita a menudo sin necesidad de buscarla, pues estupendo. ¡Creatividad al Poder!
2. Coge práctica fotografiando a los tuyos.
Hijos, sobrinos, nietos, amigos de mucha confianza… Más o menos los conoces y puedes ir perfilando tu estilo para futuras sesiones y tener un portfolio para enseñar de cara a trabajos profesionales. También esos adultos familiares pueden interactuar con ellos en la sesión para que el niño/niña si no está acostumbrado a la cámara se relaje jugando, hablando o pensando en platillos volantes, vamos, lo que sea para que coja confianza con el entorno. Veremos que la confianza es muy importante.
3. Adáptate a los horarios de los niños.
Los mejores horarios para fotografiar niños suelen ser por la mañana o por la tarde, y te diré por qué: en teoría el niño debe haber descansado, tiene que haber dormido bien, por eso la mañana es ideal para fotografiarlos. Por la tarde también nos valdría siempre y cuando el niño haya hecho la siesta, así también llegará descansado y podrá facilitarte el trabajo y disfrutar de él, así todos contentos. Es importante que sepas que ellos son los que mandan. Tú no eres quien “dirige” la sesión, lo hacen ellos. Un niño cansado puede hacer que tengas que suspender la sesión y esperar a otro día. Trabajar con niños hace que límites de horas, imposiciones de horarios y todas esas cosas tan habituales en otro tipo de trabajo, aquí no sirvan.
Es preferible hacer las sesiones en fin de semana, días festivos o vacaciones escolares. Estarán más descansados y no tendrán el tiempo tan limitado.
4. Pídeles que traigan su propio atrezzo
Ya hemos dicho que los niños, para que la sesión sea un éxito, deben estar cómodos. Aunque tengas un excelente “atrezzo” para este tipo de sesiones, es buena idea que traigan objetos propios para que se sientan más seguros y cómodos, sobre todo cuanto más pequeños, y también que un familiar cercano esté siempre dentro de su campo de visión. Así verá que eres de confianza y se irá soltando ante la cámara con más facilidad.
5. Ten cuidado con el flash
Preferiblemente, si la situación no lo requiere, no utilices flash con niños no experimentados en esto de hacer de modelos. Te parecerá absurdo, pero si son muy pequeños, pueden coger miedo. Si la sesión es en exteriores puedes aprovechar la luz natural, sobre todo si contamos con un buen día, pero, si el día sale nublado, ¡no te preocupes!, se pueden conseguir fotografías infantiles maravillosas con ese tipo de luz, ya que es como si el cielo fuera un gran difusor.
Si, por el contrario, hacemos las fotos en interior y quieres utilizar flash, puedes rebotar al techo o trabajar con focos/flash en modo cenital con un difusor, conseguirás así suavizar la iluminación y que no incida tan directamente en su rostro.
6. Utiliza el zoom
Si dispones de zoom utilízalo. Te será más fácil que con una óptica fija, ya que con el zoom no necesitas moverte. Puedes abrir o cerrar el campo (hacer más o menos zoom) sin tener que acercarte o alejarte del niño, lo que le creará una menor confusión.
7. Elige prioridad a la velocidad
Elige la prioridad de velocidad en tu cámara. Para realizar sesiones de fotografía infantil, lo ideal sería una velocidad mínima de 1/200, ya que los niños se mueven rápido. Puedes dar con niños tímidos que no se muevan del sitio con facilidad, pero lo normal es que en cuanto cojan confianza estos “pequeños terremotos” no paren en toda la sesión.
8. Enfoca siempre a los ojos
Enfoca siempre en los ojos del niño/a. Éste debe ser tu centro de atención, como norma general, aunque siempre hay excepciones, podemos conseguir fotos increíbles con planos y enfoques fuera de lo normal, ¡también tienes que dejar volar tu creatividad! ¡Ah, y recuerda! Un niño que no sonríe no tiene por qué no darnos unas fotos excepcionales, como ocurre con cualquier otro tipo de fotografía de retrato.
9. Ponte a su altura
Al fotografiar a los más pequeños es mejor hacerlo a su altura, así podrás mostrar el mundo desde sus propios ojos y evitar distorsiones, por ejemplo, si los retratas desde un punto alto pueden parecer de menor tamaño o si lo haces desde un gran angular pueden distorsionarse sus proporciones. De todas formas no debes detenerte, agáchate, túmbate, ponte en el centro o haz que corran a tu alrededor. Debes estar dispuesto a moverte y a tener más energía que ellos para poder sacar buenas fotos a los más pequeños.
10. No les obligues a posar
No les obligues a posar. Son pequeños, activos y quieren divertirse en todo momento. Haz que la sesión sea un rato entretenido y que se lo pasen bien, déjales jugar, improvisar, ser ellos mismos y así obtendrás las mejores imágenes. Recuerda, que hacerse fotos no se convierta en largas horas de estar quieto y con una sonrisa forzada o nunca más querrán dejarse retratar. Hacerles fotos cuando no están mirando o cuando están en pleno juego, es una magnífica manera para captar imágenes frescas y mostrar su propia forma de ser.Lo importante es capturar el verdadero sentimiento o sensaciones que tiene el niño en el momento de la sesión y conseguir reflejarlos en la fotografía.
11. Protégete y protégelos
Seguro que cuando obtengas esas fotos tan bonitas que deseas te morirás de ganas de compartirlas y de que todos vean tu trabajo, pero ¡cuidado!, la red nos da la oportunidad de mostrar nuestro arte al mundo pero, cuando se trata de niños, hay que tener mucho cuidado y es muy importante proteger su intimidad y protegerte tú también como fotógrafo.
Tanto si son tus hijos como si no lo son, nunca publiques en internet fotografías de niños desnudos o con poca ropa. Tampoco en lugares reconocibles fácilmente, en su centro escolar o con un uniforme de colegio. Nunca sabes quién puede hacer uso de esas fotos.
También es muy importante que, si no son tus hijos, pidas permiso a los padres antes de publicar cualquier foto (por mucho que sean familiares o amigos íntimos) y si puede ser un consentimiento firmado por escrito, mucho mejor. Más vale ser precavido.
12. No elimines imágenes al azar
Si has encuadrado al niño en un extremo del plano y la foto merece la pena, consérvala, aunque creas que no está del todo bien, consérvala, te guste o no a ti, consérvala. En esto de la fotografía no hay unas reglas acerca de qué es lo mejor o lo peor porque a otras personas pueden gustarle cosas diferentes a ti. Sobre gustos no hay nada escrito, como se suele decir, y cualquier foto puede convertirse, más tarde, en la estrella de la sesión.
Y ahora, sólo te queda intentarlo. Esto son solo unos pequeños consejos para ayudarte a empezar en la fotografía infantil, ahora tienes que ser tú quién deje volar su imaginación y sorprenda a todos con su creatividad, así que…luces, cámara y… ¡a fotografiar!
Miguel Andrés Garcés.
www.mag77foto.com